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¿Algunas iglesias planifican 

con dos años de antelación o, 

a veces hasta con cinco años 

de antelación. ¿Es intimidante 

planificar para un período de 

diez años?

“La idea de trazar un plan a

diez años fue algo que surgió

en el camino. La designación

‘2020’ nos ayudó a pensar de esa

manera. La misma nos ayudó

a usar ese término común. Al

principio, los valores fueron

una manera de centralizar

el enfoque, pero más tarde

nos dimos cuenta que toma

tiempo. Va a tomar tiempo

movernos hacia ese tipo de

enfoque. En cierta manera, ya

hace cuatro años que iniciamos

este proceso, y por lo tanto, sí

ha tomado tiempo.

“Siempre que visito un lugar

comparto acerca de los valores

centrales. Recientemente estuve

en Honduras, allí compartí

acerca de los valores centrales.

Al considerar el tema de los

valores centrales, nos dimos

cuenta de que esto no era algo

a tratarse una sola vez en una

Asamblea y nada más. Éste no es

meramente un tema bonito

acerca del cual hablar desde la

plataforma durante la Asamblea.

Esto es algo con lo cual

necesitamos comprometernos

por un tiempo. Puede ser que

después de diez años, Dios

comience a hablarnos acerca

de algo diferente.

“No creemos que Dios va

a cambiar el llamado a la

cosecha, pero sí pudiera ser

 

¿De qué manera se originó el concepto para la Visión 2020?

“Sorprendentemente, el mismo comenzó como una

necesidad de un ajuste para mayor eficiencia aquí en las

Oficinas Internacionales. Desde ahí, se convirtió en una oración,

una búsqueda de inspiración junto a los Presbíteros Generales,

y luego del Comité Administrativo. Mientras más hablamos

acerca de ello y mientras más pensamos al respecto, mayor fue

la inspiración que sentimos acerca de lo que Dios nos estaba

llamando a hacer realidad a través de tres valores centrales.

De hecho, de primera instancia, sólo fueron dos. Sabíamos

que teníamos que estar envueltos en la cosecha; esa ha sido

la palabra de Dios para esta iglesia desde 1994. Y entonces,

debido a que la cosecha ha sido un éxito rotundo en algunos

lugares, vimos la realidad de la necesidad existente para el

desarrollo de líderes. Ese se convirtió en el segundo valor

central. Luego, en nuestro caminar, uno de nuestros Presbíteros

Generales dijo, ‘¿Sabe qué? Siendo que usted cree tanto en la

oración, ¿por qué no hacer de la oración uno de esos valores

centrales?’ Y todos estuvieron de acuerdo.

que efectuáramos un avance

tal en algún área en particular,

que Él comience a ajustar la

visión y a darnos otras palabras

en medio de nuestro caminar”.

¿De qué manera ha ajustado 

Dios la visión de la Iglesia de 

Dios de la Profecía a través 

 de los años?

“Pienso que todos saben

que el llamado a la cosecha

jugó un papel fundamental en

esta iglesia. El Obispo Murray

utilizó el tema ‘Tornándonos a

la Cosecha’ como tema de una

Asamblea. Si retrocedemos

a 1994, en aquel momento

contábamos con menos de

400,000 miembros. Al presente

contamos, hasta donde tengo

entendido, con 1.5 millones

de miembros alrededor del

mundo. El dedicar todas

nuestras energías a la prioridad

principal de la cosecha ha

transformado nuestra iglesia

alrededor del mundo. También

vemos otras muchas maneras

a través de las cuales este

llamado nos ha influenciado y

cambiado por completo, pero

esa es la principal.

“Podemos regresar a

décadas anteriores y mirar

la manera en la cual, lo que

algunos llamaron el ‘Gran

Programa de Negocios’,

probablemente afectó a esta

iglesia durante los próximos 40

años. Éste cambió la manera en

la que veíamos la ministración

de la iglesia local y el ministerio

de las Oficinas Internacionales.

“Sin embargo, ya bien sea la cultura de 

antaño u otro aspecto, la palabra clave lo es 

la palabra ‘servicio”.

Pero este impulso llamado

‘Tornándonos a la Cosecha’ es

el llamado de Dios en estos

últimos días para todo aquél

que predica el evangelio

de Cristo. Lo más poderoso

de esto es el hecho de que

Dios no está meramente

diciéndonoslo a nosotros. Él

le está diciendo esto a todo

el mundo. Todos debemos

envolvernos en la cosecha

y hacer lo que podamos. Yo

creo que Dios está abriendo

las puertas de las naciones y

los corazones de la gente, de

personas que están perdidas

y que nunca han escuchado el

evangelio. Jesús viene pronto

y cuando lo haga, desea

que Su iglesia se encuentre

evangelizando y edificando Su

reino alrededor del mundo”.

 

¿Qué podrá obtener un 

pastor o líder local de una 

iglesia de la Visión 2020?

“El llamado que se efectuará

en la Asamblea será para que

cada líder en la Iglesia de Dios de

la Profecía considere estudiar

estos valores centrales y ver la

manera en que los mismos se

aplican a ellos, como líderes.

También serán desafiados

a ver la manera en que los

mismos podrían ser adaptados

al ministerio de la iglesia local

en la cual ministran dentro del

contexto de la comunidad en

la que habitan.

Un artículo que me estimuló

grandemente fue uno escrito

por Andy Stanley. Éste fue

tomado de uno de sus libros.

Al hablar acerca de una mayor

eficiencia, Stanley decía que

muchas personas presentaron

ideas acerca de lo que dicha

iglesia, la iglesia de North

Point, debía estar haciendo.

Stanley y su equipo de líderes

trabajaron arduamente

con el propósito de evitar

cualquier nuevo ministerio

que ellos no sintieran habría

de formar parte vital de la

visión central que ellos tenían.

En realidad creo que esa es

 

nuestra realidad en las Oficinas

Internacionales. Nos damos

cuenta que lo ‘bueno’ es el

peor enemigo de lo ‘mejor’.

Para poder hacer lo mejor que

podamos con los recursos que

poseemos y con el llamado

definitivo que Dios nos ha

hecho, o sea estos valores, no

debemos permitir que nada

más nos distraiga. Yo le diría

eso mismo a las iglesias locales.

“En ocasiones, las iglesias

locales están tratando de

hacerlo todo. Están tratando de

actuar como una iglesia grande

o como una megaiglesia,

cuando tal vez Dios sólo los

haya llamado a ser A y B y C, o

tal vez sólo A y B. En cuanto a la

aplicación a las iglesias locales,

sí, quisiéramos que la iglesia

local, el pastor y su equipo de

líderes oraran por esta visión y

luego escudriñaran sus propios

corazones. Si estos valores se

aplican bien a ellos, entonces

no hay problema alguno. Por

otra parte, la Visión 2020 puede

ser por lo menos un desafío

y una motivación para que

ellos exploren lo que son sus

propios valores. ¿Cuáles son

sus valores? ¿A qué los está

llamando Dios? Tal vez, debido

al hecho de que estos valores

son tan genéricos, la mayor

parte de los ministerios locales

podrían fluir de los mismos.

Aunque estamos hablando de

cosechar, sabemos que hay

más de un millón de maneras

diferentes de hacerlo.

“Lo más importante

es escuchar al liderazgo

afirmar estos valores. Lo que

estamos viendo a nivel de

los Presbíteros Generales y

luego a nivel estatal/regional/

nacional, es que nuestra gente

ya está dándole una mayor

prioridad al desarrollo de

liderazgo y a los puntos clave

de la cosecha. Bajo los valores

de la cosecha, contamos con

cuatro puntos clave, a saber:

establecimiento de iglesias,

desarrollo de iglesias locales

fuertes, alcanzar a la joven

 

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