como habían sido creados y
presentados. Una ilustraciónde
este punto lo es el momento
en que llegué a estas oficinas.
Fui nombrado Director
Internacional de la Escuela
Dominical. La creación de una
campaña anual de Escuela
Dominical para las iglesias
locales formaba parte de lo
que hacía dicho departamento.
Ya no hacemos eso. Por lo
tanto, sí, hemos cambiado,
pero la razón para el cambio
es que la cultura ha cambiado
y las iglesias locales ya no
desean lo que perciben como
programas ‘cortados con el
mismo molde’ a ser utilizados
al mismo tiempo alrededor del
mundo.
“En la época del Obispo
Murray, se habló acerca de que
las Oficinas Internacionales
fueran un centro de recursos.
Hemos visto un beneficio al
movernos en esa dirección,
mientras que al mismo tiempo
pienso que también hemos
sido testigos de ciertos puntos
débiles. Sin embargo, ya bien
sea la cultura de antaño u otro
aspecto, la palabra clave lo es
la palabra ‘servicio’.
“Esta iglesia crece a través de
las iglesias locales. ¿Les estamos
sirviendo? La segunda palabra
clave que le concierne a las
Oficinas Internacionales es
‘conectividad’. Somos un
cuerpo internacional con
presencia en 130 naciones con
12,000 puntos de predicación.
Establecemos dos nuevas
iglesias diariamente y mil
personas reciben salvación
todos los días. Pero, ¿qué es
lo que nos mantiene unidos
como una sola familia? ¿Qué es
lo que nos une para evitar que
seamos ‘especies’ diferentes
doquiera esté localizada la
iglesia en el mundo? Ese
algo tiene que ver con las
Oficinas Internacionales y con
el liderazgo de esta iglesia; el
mismo trae esa conectividad,
factor de identidad y ADN
de la familia, lo cual puede
ser visto en cualquier lugar
del mundo”.
Entonces, las oficinas
estatales, regionales y
nacionales también sirven
dicho propósito, ¿no es así?
“De una manera u otra, cada
nivel dentro de la organización,
fuera de la iglesia local, tiene esa
responsabilidad. Los Presbíteros
Generales son un nivel crucial
en lo que a la conectividad
respecta. La articulación de
nuestra visión, como lo es la
Visión 2020 nos ayuda a tener
un perchero sobre el cual
colgar nuestra conectividad.
“Nuestra meta es convertirnos
en un movimiento en el cual lo
más importante sea la cosecha,
el desarrollo de liderazgo y
la oración. Esto nos ayuda a
movernos juntos en vez de
experimentar una desconexión.
Sería fácil que un continente se
adhiriera a su propio contexto,
sumergiéndose en su propia
identidad, pero la visión y el
liderazgo serán el factor que
habrá de ayudarnos”.
¿Algún comentario final con
respecto a la VISIÓN 2020?
“En lo concerniente a la visión,
los segmentos de misiones
son bastante extensos. No
son exactamente algo que
pudiéramos escribir sobre un
muro con el propósito de
memorizárnoslo. Sin embargo,
sí tenemos un lema y deseamos
utilizarlo: ‘Glorificar a Dios a
través de la cosecha, el desarrollo
de liderazgo y la oración’. Dicho
lema expone nuestro sentir en
una sola oración. El
mismo le deja saber a la gente,
de forma concisa, qué es lo
que distingue a esta iglesia.
“La misión y la visión
capturan 12 puntos de
nuestro fundamento, los
cuales pienso forman
nuestra identidad y el tipo
de personas que Dios nos ha
llamado para que seamos.
Esto es expresado en el
folleto presentado durante la
Asamblea de 2008, titulado:
Fundamentos para avanzar
hacia el futuro”
Mientras más hablamos
acerca de ello y
mientras más pensamos
al respecto, mayor
fue la inspiración que
sentimos acerca de lo
que Dios nos estaba
llamando a hacer
realidad a través de tres
valores centrales.
Valores Centrales
• Oración
• Cosecha
• Desarrollo de liderazgo
}
VISIÓN GENERAL
El propósito de este documento de la Visión 2020 es transmitir la
visión para la Iglesia de Dios de la Profecía alrededor del mundo e
invitar a sus miembros (incluyendo a todos los niveles de liderazgo
y expresión corporativa) a un proceso de discernimiento de la
dirección de Dios para este movimiento mundial durante la
próxima década.
“Sin profecía el pueblo se desenfrena;
mas el que guarda la ley es bienaventurado”
(Proverbios 29:18).
Las palabras de esta escritura demuestran la necesidad de trazar
planes estratégicos. La planificación estratégica siempre ha sido vista
con escepticismo por algunos para quienes la planificación formal no
es más que un ejercicio formidable. También existe la idea de que la
planificación no es bíblica. Sin embargo, la Biblia enseña planificación,
tanto de forma implícita como explícita. Por ejemplo, cuando se
estudia acerca de la creación, es obvio que Dios obró de acuerdo a un
plan maestro.
El Obispo R.E. Howard aceptó la posición de Supervisor General
en el 2006, siendo el quinto hombre en hacerlo en la historia de esta
iglesia. Desde el principio mismo de su liderazgo se ha usado una
amplia gama de toma de decisiones. El proceso de planificación
estratégica no ha sido diferente, ya que los Presbíteros Generales, el
Comité Administrativo y el liderazgo de las Oficinas Internacionales
se han unido con el propósito de buscar el rostro de Dios para el
impartimiento de Su visión para esta iglesia.
Durante los pasados cuatro años, este grupo de líderes ha
dedicado tiempo, estudio y oración para escuchar Palabra fresca de
Dios—Su dirección y enfoque para esta iglesia. El estratégico plan
VISIÓN 2020 es un intento por recopilar los resultados alcanzados
hasta este momento.
La pluralidad de liderazgo de esta hermosa iglesia siente que el
Llamado a la Cosecha de Dios continúa siendo nuestro mandato
central. El llamado no ha sido rescindido ni cumplido hasta la fecha.
Teniendo esta carga en el corazón, presentamos este plan con el
propósito de no olvidar este llamado crítico y para ayudarnos a
enfocar todo lo que hagamos hacia su consecución. Habremos de
edificar sobre el éxito del pasado y perseguir el futuro a través de la
Visión divina.





